
Hace apenas unas semanas el alcalde vecinal de la urb. San Andrés, Giovanni D’Angelo Sánchez, se pronunció en contra de las empresas constructoras las cuales han estado trabajando en la urbanización a causa del boom de los edificios. Y es que la construcción de estos recintos ha traido como consecuencia muchas molestias entre los vecinos, aquí mencionamos algunas:
1. Realizan demoliciones clandestinas, muchas veces no sacan la respectiva licencia; sin embargo, emplean Caterpillars que rajan las paredes vecinas o las remueven de sus cimientos.
Edificio en construcción en Sn. Andrés. Fuente: www.skyscrapercity.com
2. Muchas veces, no cercan el terreno ya demolido ocasionando acumulación de basura y zona peligrosa.
3. Los trabajadores utilizan palabras soeces. VOCIFERAN sus lisuras.
4. Los trabajadores ACOSAN a las mujeres jóvenes, ya sean señoras o señoritas que tienen que pasar por al frente de la obra. Lo hacen hablando groserías y sin ningún respeto; más de una vez cuando los esposos o padres de estas mujeres se han acercado a pedir explicaciones se han armado trifulcas innecesarias.
5. Miccionan en la vía pública. Las constructoras no les acondicionan un lugar especial para hacer sus necesidades.
6. Después del mediodía almuerzan en la calle, como animales, dando un aspecto deprimente. Las constructoras no les acondicionan un espacio donde puedan tomar sus alimentos.
7. Después de almorzar se echan a descansar o dormir hasta las 2:00 p.m. de la tarde, pero lo hacen en la vereda, pista o jardín de los vecinos. Esto es un escándalo, porque nadie puede pasar tranquilo por la zona (parece “ganado humano” tirados en el piso).
8. Cuando la obra queda al frente o cerca de un Parque, se llevan las plantas sin pedir permiso. Allí comen, ensuciando y escupiendo por todos lados.

Banner promocionando residencial Los Ángeles, ubicado en Sn. Andrés I Etapa. Fuente: www.skyscrapercity.com
9. Toda obra genera ruido y polvo, esto perturba a los vecinos; estos problemas se solucionan aplicando normas básicas de construcción, pero las constructoras vienen por negocio no a ayudar a los vecinos, no les interesa la paz de la comunidad.
10. Los materiales de construcción son almacenados en la vía pública, ilegalmente, estorbando el el paso de los vecinos quienes tienen que bajar a la pista con el latente peligro de ser atropellados, peor si es paso obligado de estudiantes, en zonas escolares, o si la calle es angosta.
12. Camiones da carga pesada llegan a dejar los materiales, creando congestión, rompiendo veredas (pues se suben a las aceras, sardineles y jardines) y causando hundimientos en nuestras pistas cuyos tubos del desagüe están colapsados, ahondando el problema.
13. Se incrementan los robos. Gente extraña estudia los movimientos de los vecinos, están pendientes de quiénes salen de las casas; ¿les piden antecedentes policiales a los trabajadores?, ¿saben dónde viven, los han ido a ver a sus casas?... no les interesa.
14. Se terminan ensuciando las casas vecinas, salpicando cemento y polvo por todos lados, estropeando fachadas, jardines, pisos, puertas, ventanas, etc.
Estos mismos problemas deben estar sufriendo en toda la ciudad. Lo peor del caso es que no hay normatividad para controlar algunos de ellos; el boom de la construcción ha encontrado una ciudad desprevenida y hasta hora después de varios años nuestras autoridades no reaccionan.
Estos problemas atentan contra los Derechos Fundamentales de las personas, consagradas en la Constitución Política del Perú, sobre todo en la Paz y Tranquilidad, especialmente por tratarse de una ZONA RESIDENCIAL*.
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(*)Fragmento del comunicado escrito por el alcalde vecinal de San Andrés.
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